¡¡¡¡Hola a todos!!!
Después de un comentario entre Silvia, Mariana y yo, surgido en la comida el día que subí a casa de José Antonio Rubio con objeto de despedirme de Elizabeth, alimenté la idea de compartir con todos vosotros parte de mis comienzos en este maravilloso camino de la Educación Ambiental. Y no es que me resistiera a ello, sino que no encontraba lo que quería mostraros; ya por fin lo tengo y este es el momento.

Un día de calma en Galicia
Cuando terminé el curso de Educador Ambiental, como estáis ahora vosotros, (y os aseguro que sintiendo las mismas o parecidas emociones que estáis experimentando) se me presentó la oportunidad (ofrecida por una compañera que acababa de arrancar con un proyecto personal, en sociedad con una amiga) de ir a colaborar en su finca agroecológica en Bueu (Pontevedra). Eso suponía «soltar amarras» de un trabajo que, si bien nada tenía que ver con mi formación, (o tal vez sí… habría que analizarlo en profundidad) me proporcionaba ingresos fijos todos los meses para ir subsistiendo. La tentación era tan fuerte como para plantearme dejar dicho trabajo y, sin más fortuna que los ingresos del mes…. me puse al volante de mi Seat Ibiza del 99 y emprendí camino a Galicia ,a donde ya habíamos estado algunos compañeros el verano anterior colaborando en un mercado de productos agroecológicos que había organizado nuestra compañera Luz, en su tierra gallega. Continuar leyendo